En los últimos años, la seguridad alimentaria se ha convertido en una prioridad de salud pública y un requisito esencial para el comercio de alimentos. Los sistemas de gestión de seguridad alimentaria surgen de la necesidad de garantizar la seguridad de los alimentos a lo largo de la totalidad de la cadena alimentaria, comenzando por la producción primaria y finalizando en el consumidor final. Las empresas alimentarias juegan un papel importante en la producción y entrega de productos seguros. Por lo tanto, es necesario demostrar públicamente nuestro compromiso con la inocuidad alimentaria a través de la edición y aprobación de una Política de Seguridad Alimentaria que:

• Sea apropiada al propósito y contexto de la organización.
• Proporcione un marco de referencia para la gestión de la inocuidad de los alimentos que mejore la capacidad para proporcionar regularmente alimentos y productos inocuos y servicios que satisfagan los requisitos del cliente, y los requisitos legales y reglamentarios aplicables.
• Incluya el compromiso de cumplir con los requisitos de inocuidad de los alimentos aplicables, incluidos los requisitos legales y reglamentarios y los requisitos mutuamente acordados con los clientes relacionados con la inocuidad de los alimentos.
• Aborde la comunicación interna y externa en relación a la seguridad alimentaria.
• Incluya un compromiso con la mejora continua.
• Aborde la necesidad de asegurar las competencias relacionadas con la inocuidad de los alimentos.

Asimismo, una buena Política de Seguridad Alimentaria se basa en los principios que son comunes en las normas ISO de sistemas de gestión, específicamente a la norma ISO 9001. Estos principios de la gestión son:

• Enfoque al cliente.
• Liderazgo.
• Compromiso de las personas.
• Enfoque a procesos.
• Mejora.
• Toma de decisiones basada en la evidencia.
• Gestión de las relaciones.